Friday, March 24, 2006

 

4.3.7.1 APAREJOS TRADICIONALES

Redactado por Laura Nuéz Villalón y Cristian García-Parrado Sánchez-Cortés



El aparejo es el término que designa la disposición ordenada de los diversos elementos pétreos, como sillares, mampuestos o ladrillos, en la construcción de muros y paredes. A lo largo de la historia se han empleado una gran variedad de aparejos, dependiendo del material utilizado, el grosor del paramento y sus cualidades ornamentales. Todos ellos, sin embargo, comparten una misma finalidad, evitar las juntas verticales continuas, que impedirían el reparto de las cargas y provocarían la aparición de peligrosas fisuras verticales.



El aparejo ha supuesto un problema dentro del proceso constructivo. La forma de resolverlo eficazmente comienza en la cultura clásica, que determinará la metodología empleada por las posteriores culturas en cuanto a la colocación del ladrillo como material cerámico.En la Grecia clásica ya se estableció un sistema de aparejos clasificados en isódomos, si todos los sillares iguales se disponían a soga; pseudoisódomos, si las piezas se componían a soga y por hiladas de distinta altura, y diatónicos, si alternaban sogas y tizones. Más tarde, Roma introdujo nuevos aparejos para caracterizar sus complejas fábricas de piedra, ladrillo y hormigón. El tratadista Vitrubio distinguió, en el siglo I a.C., entre el opus quadratum o sillería; el opus latericium o aparejo de ladrillo; el emplecton, derivado de los griegos, construido a base de compartimentos de sillería rellenos de argamasa, y el opus caementicium, compuesto por un núcleo de hormigón tosco encofrado en diversos bloques pétreos que permanecían como recubrimiento.


De esta manera en la historia de la construcción podemos encontrar distintos tipos de aparejo, que habitualmente se denominan en función de la zona geográfica en la que suelen ser utilizados. Así encontramos el aparejo inglés, en el que se alternan hiladas de tizones y sogas, dando fábrica de un pie de espesor. Este aparejo es muy utilizado para muros portantes en fachadas de ladrillo de cara vista. También se alternan hiladas de tizones e hiladas de sogas en el aparejo americano y en el aparejo belga, pero de distinta manera.



Aparejo inglés
Aparejo americano
Aparejo belga



El aparejo de tizones, o también denominado aparejo español se forma por hiladas sucesivas de tizones con un solape de medio tizón entre una y otra. Este aparejo también es utilizado como el inglés para fábricas portantes de ladrillo, su traba es peor que la del muro ingles pero su puesta en obra es más sencilla.


El aparejo a sogas se utiliza para fachadas de ladrillo cara vista o trasdosados de ladrillo, pues su espesor de medio pié, insuficiente para soportar cargas estructurales. Se forma por hiladas sucesivas de sogas con un solape mínimo de ¼ de soga.


El aparejo flamenco se forma por sogas y tizones que se alternan en una misma hilada, y el flamenco doble alterna dos sogas y un tizón en la misma hilada. El aparejo holandés también alterna sogas y tizones en la misma hilada.

Aparejo flamenco
Aparejo holandés


El aparejo en panderete es el utilizado para realizar tabiques de un grueso de ladrillo de espesor y que no está preparado para absorber cargas excepto su propio peso. Una variación de este aparejo es el aparejo palomero, en el que se suprimen piezas en las distintas hiladas, y que se utiliza de forma provisional para ventilar estancias.


El aparejo a sardinel se forma por hilada vertical de ladrillos, mostrando su cara de testa.





En el aparejo de espiga la disposición del ladrillo se realiza en forma de espiga o espina.
El muro capuchino se forma por el aparejo de dos hojas aparejadas a sogas que se enjarjan con ladrillos a sardinel.


Aparejo de espiga


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